A veces el autor se enfrenta a una página en blanco y van surgiendo escenas menudas, sencillos encuentros con un mundo microscópico, impropio del mundo dislocado y absurdo de la guerra y la muerte. Un día surge Assumpta y su micromedio, sus mitos y sus ritos. Sus búsquedas, sus sarantontones y sus mariposas, su magia que con los años la lleva a la búsqueda de un viejo tesoro familiar oculto en algún rincón de aquella casa cargada de misterios. Una noche queda atrapada por la realidad que la llevará a su sueño eterno. Bendita Assumpta.