Cuenta la historia de una familia cubana que vive y trabaja en un pueblo de Florida, en el negocio de los puros habanos. En aquella época -USA 1929, Ley Seca- aún existía la figura del lector de tabaquería, que entretenía a los cigarreros para hacer menos monótono su trabajo. La lectura de la novela de Tolstoi "Ana Karenina" desencadena una apasionada historia de sexo, amor y celos entre los componentes de la familia propietaria de la fábrica de puros. Escrita con un lenguaje inusual, profundo y poético, Nilo Cruz acude a las fuentes de Lorca y Chéjov para crear una voz nueva que llega al alma, en una demostración curiosa de cómo el arte y la literatura pueden cambiar la vida. De ahí la universalidad de su mensaje. De ahí su éxito.
