En el Anticristo, Nietzsche se levanta contra las concepciones que juzga negadoras de los valores vitales y que someten al hombre a una lenta pero segura degradación.
Por encima de lo que pueda pensarse de textos controvertibles, la defensa de la vida resulta en ellos objetivo y recompensa estimables.
Creyentes y descreídos tienen derecho a pensar frente a estas páginas todo lo que las mismas les sugieran, pero unos y otros deberán reconocer que se encuentran ante una de esas creaciones intelectuales que el espíritu humano se eleva a una altura deslumbrante.
