Se supone que la araña debería salir corriendo en cuanto apareciese la golondrina y que la golondrina debería comerse a la araña. Sin embargo, una buena mañana, Gabriel, el pintor, obseva una historia muy distinta entre estos dos animales y corre a plasmarla en su lienzo.
Una araña y una golondrina no pueden ser amigas... pero Gabriel, el pintor, observa algo muy distinto y pinta la hermosa relación existente entre ambos animales. ¿Qué destino les espera? Un homenaje a Joan Miró plasmado en una historia que combina amor, pintura y arte.