Un paseo sin análisis quirúrgicos ni excesos académicos por la obra de Bergman, un cineasta individualista, tan egocéntrico como artesano pero, sobre todo, obsesionado por la máscara que todo ser humano se empeña en llevar puesta.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información