Bibi no tenía ningún interés en ir a la escuela. Pensaba que no le iba a gustar nada el tener que ir todos los días por allí. Pero ya en su primer día de clase lo que vio le hizo cambiar de opinión rapidito...
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información