La posición anticaciquil adoptada por Millares tiene más valor, si cabe, en estos años en los que la historiografía española insiste una y otra vez en los supuestos logros que se consiguieron en aquella etapa de la historia de España, ignorando o minimizando la profunda explotación y opresión a la que fueron sometidas las masas populares. Sin alejarse en ningún momento de la metodología científica, Agustín Millares nos vuelve a demostrar en esta obra que no se puede hablar en Canarias de una clase política desvinculada de las relaciones sociales de dominación establecidas por los multifundistas y aguatenientes de las Islas.
José Manuel Rodríguez Acevedo