Juan Salas lleva una vida normal hasta que comete un terrible delito en el colegio donde trabaja como maestro. Es condenado a no salir de su casa y, durante este tiempo, decide renunciar al mundo y al lenguaje en primera persona. Sin embargo, una carta lo obliga a salir de su encierro y emprender un viaje hasta el sur de Tenerife.
Salas no tardará en saber el verdadero motivo de ese viaje y cómo, sin pretenderlo, deberá decidir sobre el destino de otras personas.