Por lo general, los juicios de Lizundia chocan con la línea editorial de los medios de comunicación, y al hacerlo, ponen en solfa su fachada ética, en tanto que esos medios sirven a intereses financieros, son la correa de transmisión del poder y los proveedores de la ideología gobernante. A Lizundia le subleva el relativismo cultural y moral de su época y reacciona ante ésta y otras estafas similares asumiendo el ingrato papel de ir en contra del llamado progresismo posmoderno, los nacionalismo pacatos, y el hedonismo que permea la conciencia europea actual. Todos los artículos contenidos en este libro fueron publicados en el Diario de Avisos entre los años 2001 y 2008.