En el otoño de 2017 se vivió en Cataluña una insurgencia institucional que evidenció una profunda crisis constitucional. El Estado tuvo que defender el orden constitucional y, para ello, recurrió a unos instrumentos excepcionales: la aplicación del art. 155 CE, el enjuiciamiento y condena de los responsables de la insurgencia por vía penal, y la anulación por el Tribunal Constitucional de los principales actos y leyes con los que se había tratado de perpetrar la ruptura. Todo lo cual es estudiado por este libro, que ofrece un relato desde la perspectiva jurídico-constitucional de lo sucedido. Sitúa el contexto político del procés, remontándose a sus primeros orígenes, y analiza de forma crítica la adecuación de la respuesta dada por las instituciones en defensa de la Constitución. Asimismo, a partir de la revisión tanto del orden internacional como del Derecho constitucional comparado y del Derecho constitucional español, se concluye la ilegalidad del intento de secesión catalán y se destaca su ilegitimidad, incompatible con los postulados de un Estado democrático de Derecho. Se trató, en definitiva, de un