Castilla, año de 1942. Teodoro el «Asustao» un joven jornalero, al parecer de la gente corto de entendederas, lleva una vida de servilismo y humildad. Su familia vive de caridad en una ermita cercana a la villa cuidando el templo y al servicio de la liturgia. Su destino y su paz serán definitivamente perturbados al cruzarse con ellos de forma rocambolesca, en su huida hacia la libertad y el trastorno de la razón: Anastasia, madre soltera, bella y cultivada mujer de la burguesía catalana, relacionada antes de la contienda con la farándula, la generación del 27, la residencia de señoritas de Madrid. Abandonando todo y mandando su niña al exilio empuña las armas y lucha en primera fila del frente. Condenada a muerte escapa al pelotón de fusilamiento gracias a una carta encontrada entre las últimas pertenencias del poeta García Lorca en la que se pone de entredicho la paternidad de la niña. El nuevo Régimen desea aclarar el enigma, ella recuperar a su hija. Teodoro será la víctima de todo esto.
Depravación, lujo, miseria, excesos, la Quinta Columna, viejas rencillas y venganzas, amores imposibles, desamores y un vil crimen fuera de lugar.
Sobre la historia planea como una aureola el duende, la poesía y el espíritu de Lorca, de Cernuda. Medio siglo más tarde, el robo del Cristo en aquella remota ermita devolverá a la luz el destino y la locura de aquellos personajes.
