Parece inevitable la tensa relación entre países vecinos, y suelen primar los intereses contrapuestos, sobre la amistosa vecindad y la unión frente a terceros. España y Francia son un ejemplo de ese desencuentro.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información