Deseada por su belleza y codiciada por su linaje, la joven nobilísima Elia Gala Placidia debe enfrentar en soledad las horas más amargas de la mítica Roma imperial. En el año 410 d. de C, el ejército del rey visigodo Alarico rodea completamente la ciudad y amenaza con invadirla y saquearla pero nadie más que Placidia parece querer organizar la defensa. Abrumada por el infortunio de su tiempo, la princesa romana vivirá una existencia épica en la que el amor y la pasión se fundirán inevitablemente con el dolor, la angustia y la guerra. Su nacimiento la destinaba a convertirse en mero peón de las intrigas del palacio imperial. Gala Placidia se convertirá, sin embargo, en una de las figuras clave de su tiempo y en espectadora privilegiada del derrumbe definitivo del Imperio romano de occidente. La vida de Gala Placidia simboliza como pocas la transición entre el mundo antiguo y la Edad Media. Tiempos de acero y sangre pero también de aventuras y renovación en los que se forjaron los cimientos de la moderna Europa.
