½Juega Wladimiro con la ironía, con doble sentido en las palabras..., sin esconder nada, no lo cree necesario. No adorna el contexto, no decora, no pinta ni maquilla al personaje, le muestra desnudo, sin conservantes ni colorantes. Debemos dejarnos atrapar por las palabras, que se apoderen de nosotros, que nos secuestren por unos instantes y nos inunden de sentimiento de nostalgia, de vida, de dolor, de miedo, de alegría...+. Esther Marrero.