Hacía tanto tiempo que se había declarado la guerra, que nadie recordaba por qué había empezado. Para terminarla, Julio, hijo del rey de los rojos, desafió en duelo a Fabián, hijo del rey de los Azules. A Fabián no le gustaba mucho batirse.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información