Tiene el lector en sus manos una parábola cómica inspirada en La guerra de los mundos de Wells, a la vez que una asombrosa profecía de Jurassic Park aparecida en la Rusia revolucionaria. Con una extraordinari imaginación y un increíble sentido del humor, Bulgákov compuso esta novela de obvia intención satírica, en la tradición del mejor Gógol, que resulta todavía más audaz si se piensa en los tiempos en que fue escrita.