Sandu y Dania se aman, hablan por teléfono, se encuentran casi a escondidas algo que frustra a Sandu pero no incomoda demasiado a Dania. La obsesión amorosa se convierte así en un personaje más de la novela.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información