Escribir de derecha a izquierda es sorprendente y divertido, sobre todo cuando se comprende cómo funciona la escritura árabe. Los libros se leen al revés, empezando por el final. Y las letras árabes son tan diferentes de las letras a las que estamos acostumbrados... Acompañado de un fenec o zorro del desierto, animal típico de la cultura árabe, el niño va de sorpresa en sorpresa. En las 18 sesiones de aprendizaje de vocabulario (nombres, nú meros y colores), el niño practica con regularidad: - su dominio gráfico, gracias a la reproducción de signos que son nuevos para él; - su sentido de la observación, a través del reconocimiento de una palabra entre otras muy parecidas; - su concentración ya que al tratarse de un sistema desconocido, tiene que aumentar la atención; - su reflexión, poniéndose a prueba con traducciones cortas. Las cuatro sesiones de juegos han sido concebidas para animar al niño a que practique los conocimientos recién adquiridos.