Junto antes de la invasión de Irak, un activista de Hamás consigue sacar de Irak cabeza cargada con un gas nervioso y ocultarla en el Líbano gracias a su relación con Hezbolá. Allí permanece durante años, hasta que una facción rebelde de Hamás decide usarla para impedir la firma de un tratado con Israel que reconoce por pri-mera vez un estado palestino. Mientras tanto, la detención de un ex oficial iraquí acaba revelando el arma que obra en poder de Hamás. Muy lejos de allí, un teniente coronel de la inteligencia militar es-pañola acepta a su pesar la misión de formar una unidad de inte-rrogadores. Años después, la unidad es desplegada en el Líbano sin conocer la amenaza que le espera. Las limitaciones de la misión, la tensión creciente y la amenaza a su misma continuidad pondrán a los interrogadores españoles bajo una enorme presión que afectará a sus métodos y les llevará a situaciones para las que no hay entrenamiento posible.
