En este ensayo Macdonald puso las bases de una crítica de izquierdas a la sociedad capitalista de postguerra, que se apartaba del marxismo ortodoxo. Cercano a posiciones anarquistas, Macdonald apelaba a la creación de un radicalismo basado en la responsabilidad moral de los individuos frente a las grandes organizaciones burocrática, políticas y tecnológicas.