Los poemas de Lady verse, el hada de la hiedra son fruto de un refinado tacto artístico, son amplios ventanales que se abren a paisajes en los que lo fabuloso se entrecruza con una íntima vocación por hacer germinar lo incorpóreo a los sentidos por medio de la voz poética. Cabe interpretar dichos portales como episodios en los cuales el lector halla raíces profundas, raíces que recorren las venas y las refrescan con sus penetrantes reminiscencias.