Sus ideas, que se propagaron rápidamente por todos los sectores de la sociedad, encontraron su corolario profano en el movimiento liberal. Las aportaciones masónicas y liberales permitieron la definición, la difusión y la expresión progresiva de un pensamiento masónico-liberal nacional, reflejando las realidades socioeconómicas de Cuba, pensamiento del que la Constitución de 1901 fue la consagración institucional.
Esta obra ofrece un nuevo enfoque sobre la historia de la masonería cubana del siglo XIX. Apoyándose particularmente en los archivos inéditos del Gran Oriente de Francia, pone en evidencia la importancia de las relaciones exteriores de las obediencias cubanas en la construcción de una masonería nacional, así como la dificultad de poner en práctica su discurso en una sociedad colonial, elitista y esclavista.