En la obra se hace ver la correlación entre cada visión del tiempo -la visión circular y cíclica, que se da en la mayoría de las culturas antiguas y en las orientales actuales, la visión lineal de origen bíblico, que domina en la cultura occidental, y la visión simultánea, propia de las culturas bantúes o negroafricanas- y los distintos aspectos de la cultura a la que afecta, destacando el modo concreto en que determina el sentido de la vida humana: sentido del nacimiento, de la existencia, del mal, de la enfermedad, de la muerte y del Más Allá. El texto termina con una comparación entre esas tres visiones del tiempo haciendo notar su complementariedad.