Menta tiene ocho años y los pies largos, larguísimos. Sus pies son como patines o pequeños esquís. Poco aptos para la danza, por ejemplo, pero útiles para muchas otras cosas, como descubrirá en esta divertida y emocionante aventura.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información