Desde las derivas insulares que recorren voces fundadoras junto a voces contemporáneas del autor hasta las incidencias que producen en el ojo seductoras imágenes, pasando por lecturas de poetas y narradores de la modernidad, Rafael-José Díaz se detiene a explorar obras que han sido, como dice en su nota preliminar, ½un alimento que me hizo crecer y descubrir nuevos parajes del jardín infinito que un hombre sólo puede explorar escasamente+.