El objeto de este libro es tratar de las instituciones en virtud de las cuales la ley impone a una persona el destino post mortem de sus bienes o parte de ellos. He adoptado el título de Sucesión forzosa a pesar de las posturas doctrinales, ampliamente mayoritarias hoy en día, que niegan la cualidad de sucesor al legitimari o y ello no sólo porque, como expongo en el texto de este libro, no comparto tal teoría, sino también porque me parece la manera más gráfica de describir un hecho real y usual que es la sucesión, respetando los límites que contiene la ley al señalar las legítimas y al configurar las reservas.