Pese a la importante evolución que ha experimentado la teoría de sistemas, no parece que la dogmática penal, especialmente la española, haya seguido de cerca este desarrollo, por lo que, hoy en día, se pueden seguir encontrando las mismas críticas que se formularon hace más de veinte años. Con esta obra se pretende superar sustancialmente esta situación. Así, por un lado, se ofrecen los fundamentos modernos que sostienen dicha teoría y que, por lo general, pasan desapercibidos en la discusión. De igual manera, se contienen contribuciones que intentan aprovechar dichos fundamentos para el debate científico del Derecho penal, considerando que tienen algo que aportar al autoentendimiento de esta disciplina. Ahora bien, por otro lado, se integran igualmente aquéllas perspectivas que, tomando conciencia de dicha actualización de fundamentos, realizan críticas profundas, sobre todo en lo concerniente a la capacidad de prestación de esta teoría en el marco de la discusión jurídico-penal. El talante intelectual de la obra, en definitiva, ha pretendido ser manifiestamente abierto, de tal manera que, a diferencia de
