Por un lado, vista por el hombre, pero también como expresión de la propia feminidad del poeta. Laabi es un escritor de su tiempo, es decir, del nuestro. No está parado a la espera de lo que suceda: ½No espero nada del tiempo, voy a su encuentro+. Encontrarlo, a él y a su obra, nos puede servir para entender(nos) mejor.