En las pelis, el ataque zombi sucede entre chalés rodeados de césped, siempre hay un coche en la puerta con las llaves puestas y siempre se huye hacia el norte. También hay la mala costumbre de abrir puertas donde esperan hordas de zombis.
Pero esto no es una peli de Hollywood, y la cosa pinta muy diferente cuando la invasión zombi sucede en tu ciudad, en tu calle, a las puertas de tu casa.