Samia Shariff ha nacido en Francia en el seno de una familia acomodada. +Por qué su vida no es como la de otras niñas de su edad? En la familia Shariff, originaria de Argelia, hay un lema incuestionable: un hijo es una bendición, pero una hija es siempre una desgracia. Samia tiene quince años; sin embargo, le guste o no, tendrá que casarse con un hombre al que jamás ha visto. De sus padres sólo ha recibido palizas y amenazas; ahora quedará bajo la custodia de su marido, un integrista que abusa de ella constantemente. Tras dar a luz a su primer hijo, Samia descubre que el destino del pequeño ya está sellado: crecerá con sus abuelos en Argelia, lejos de su verdadera madre. El velo del miedo nos muestra una realidad que afecta a miles de mujeres en todo el mundo: hijas, madres y esposas, prisioneras de una visión fundamentalista del Islam. Samia vive un infierno en Argelia durante los años del auge del integrismo, condenada desde su primer hálito de vida al abuso y el horror; huye a Francia con sus hijos y conoce la frialdad de los centros de acogida; finalmente, logra establecerse en Canadá y empezar una nueva vida. Samia perdió todo lo que poseía para conseguir algo que nunca había tenido: la libertad.