Lo que leemos en sus páginas es la directa realidad de unas denominaciones perfectamente vivas y, en este sentido, lo importante está en que lo que llamamos habitualmente ½nombres vulgares+ de los peces no son aquí un simple índice alfabetizado, como ocurre en tantas ocasiones, sino que tiene cada uno de ellos una justificación y una base sólida de verdad incuestionables, al estar insertos en la situación vital en que se producen.