EL OXÍGENO DE LOS GARABATOS es un título irracionalista sólo en apariencia, porque el oxígeno del aire es lo que necesitaban estos jirones de realidad que se desprendieron de la experiencia de Juan Seoane cuando sentía su aliento vulnerado. Escritura y aliento, eso es lo que nos quiere decir tras su título: grafía inocente y aire. Ilustrado.